Paula Snuff

Paula, tan menuda pero de grandes sueños, Paula era la típica chica de Los Ángeles, una hermosa camarera en un bar de mala muerte con ganas de que un productor de cine le «echara una ojeada», no más que para ser una gran actriz reconocida mundialmente. Se veía entre copas de cristal, porcelana cara y abrigos de piel, carros lujosos y actores haciendo fila para conquistarla. Ah! Paula la soñadora!. Pero su corazón también era humilde, quería sacar a su madre del asilo y comprarle una bonita casa cerca de la playa y ayudar a su hermanito a que entrara en la universidad.

Su intuición le decía que el día llegaría pronto, por eso Paula siempre se vestía muy coqueta, con vestidos cortos y un maquillaje espectacular, se podría decir que era la atracción principal del bar, la atracción para los hombres más repugnantes de la ciudad que no esperaban a que Paula volteara un poco para tocarla en su parte posterior. Paula sólo suspiraba, -Necesito el trabajo, calma-, se decía entre la falsa sonrisa que le daba al cliente de manos ligeras.
Lo único provechoso que sacaba de esas «manoseadas» era la propina, con él podía costearse la ropa y los accesorios que la hacía tan popular entre los «subnormales» como ella les denominaba.

El tiempo le regaló la buena suerte, alguien, muy importante en su género, la vio a lo lejos, sentado en el lugar más oscuro del bar tomaba notas mientras la observaba de manera un poco perturbante para quien lo notara. Una camarera se le acercó, -No, quiero que me atienda ella!-, señalando a Paula, la camarera le miró con reproche, se encogió de hombros y la llamó, -Aquí hay otro cliente que quiere probarte cariño!-. Paula inmediatamente se acercó al señor misterioso sacando la libreta y el lápiz, -En que puedo ayu…-. -Me puedes ayudar yendo a una audición mañana preciosa-, regalándole una sonrisa maquiavelica, Paula un poco confundida y temerosa le observó un rato en silencio. -¿Una audición de que tipo?-. -Pues una audición para una película, claro, si quieres ir aquí tienes la dirección-. Le mostró un papel sobre la mesa al tiempo que se paraba y se iba. Paula estaba en shock.

Pasó toda la noche con los ojos vidriosos, casi no pestañeaba, no podía creerlo, una audición! para una película!, sólo había un problema, su jefe le había dicho que no podía faltar, -Por nada del mundo!-, o la despediría, Paula no sabía que hacer, era arriesgarse demasiado, ir a la audición y perder su actual trabajo, o mantenerse en esa pocilga de bar hasta quien sabe cuando… Pues sin duda tenía que dar lo mejor de sí en la audición. Sin prisa llegó al lugar indicado en el papel, observó que no era la única solicitada para el papel pero no se desanimó, se dio cuenta que todas eran muy parecidas, delgadas con senos pequeños pero cumplidores, un buen trasero, piel blanca y cabello claro. -Debe ser un papel en específico-, pensó. Tomó asiento y esperó, cada vez que salia un hombre señalaba una chica, no la llamaba por su nombre, extraño, recordó que el señor en el bar no le había preguntado su nombre, muy extraño.

La señalaron, se sonrojó un poco cuando todas las demás chicas voltearon a verla, se le subió el corazón y entró a la habitación. Una mesa estaba en el centro y una silla vacía frente a él, tres personas en el lugar, el hombre que señalaba a las chicas, una mujer con aspecto un poco cabaretero y un señor con lentes oscuros. -Siéntate-. El señor comenzó a interrogarla, ¿qué haces? ¿dónde vives? ¿con quién vives? ¿tienes novio? ¿familiares vivos? ¿situación económica?, etc.

Un poco exhausta del interrogatorio preguntó de que se trataba la película y cual sería su papel en ella, se limitaron a decirle que si quedaba seleccionada le darían toda la información, -Mientras tanto no debes contarle a nadie sobre esto, ni a tu perro-, le dijo la extraña mujer. Paula asintió y se marchó, un poco preocupada por el resultado que tendría sus respuestas, una vez fuera del edificio alzó su mirada al cielo -Dios, se que no creo mucho en tí, pero de verdad quiero estar en esta película, lo necesito, por favor!-.

Sus plegarias fueron escuchadas, le avisaron que tendría que empacar ropa, no mucha, una sola maleta, le darían los detalles en el camino, -En 15 minutos estamos frente a tu casa-. El señor le dijo que la película tenía una trama muy interesante, que debían hacerlo en un lugar apartado, -Los impuestos por hacer películas aquí son muy altos, no te imaginas, queremos evitarlos, así que saldremos de la ciudad unos días-. A Paula le pareció bien, sólo que debía llamar a su madre para avisarle, -No niña, no le digas que vas a hacer una película, mejor… Mejor dile que saliste de la ciudad con unas amigas del bar y regresas en unas semanas, si?. Paula le dijo exactamente a eso a su madre. Sus plegarias fueron escuchadas… No se tardó en preguntar por la trama de la película, -Si, bueno, respecto a eso… Pues es una película para adultos, tu sabes, entretenimiento, sólo lo habitual, no tendrás que hacer cosas raras ni nada de eso… No te preocupes-. Claramente a Paula se le subieron los colores a la cara, pero resignada pensó que necesitaba ese trabajo. Una película, es una película, ¿no?

Llegaron a un bosque que no reconoció, una cabaña bien escondida entre los grande árboles, muy dentro del bosque, -Cualquiera se puede perder aquí-, pensó. Entraron a la cabaña, todos los muebles estaban recientemente movidos, se notaba por el polvo removido, en el centro estaba una cama blanca y alrededor de esta muchas cámaras. -Dios, que vergüenza!, ahora entiendo porque no querían que le contara a alguien sobre esto-, pensó.

Entró a una habitación vacía, le habían dado la ropa que usaría para la película, mirándose en el espejo no podía creer que estaba a punto de hacer eso. Tan tranquila y modesta que había sido Paula toda su vida, al menos no le van a hacer cosas locas!. Salió al set e inmediatamente vió que había cuatro hombres sentados en la cama con antifaces en la cara, se sonrojó, tantos!, al menos la paga iba a ser buena, que más dá, nadie sabrá de esto, necesito el dinero.

La acomodaron un poco, maquillaje, peinado, la ubicaron en el centro de la cama y comenzaron a turnarse los hombres, primero uno para que entrara en calor, después dos, a Paula comenzó a gustarle, ya cuando se unió el tercer hombre a Paula se le fue la vergüenza, disfrutaba demasiado para preocuparse por las cámaras y los observadores, cuando llegó el cuarto hombre llevaba consigo un pañuelo y un par de esposas, -Tengo que taparte los ojos muñeca, y esposarte a la cama-, -Háganme lo que ustedes quieran!-. Paula estaba en éxtasis, la ajustaron bien a la cama y le taparon los ojos, Paula no sabía quien la tocaba, quien la penetraba, de quien era el miembro que tenía en sus manos, Paula se volvía loca de placer.

Uno de los hombres le puso algo en la boca, parecía una pastilla, comenzó a sentirse extraña, como si su alma quisiera salir de su cuerpo, aún con los ojos cerrados veía sombras de colores en la oscuridad, la drogaron. –Quítenle la venda-, dijo el director, Paula abrió los ojos y veía un poco borroso, pero se sentía tan bien… Algo le molestaba en la pierna, dirigió su mirada hacia ella y se dio cuenta que no estaba, volteó hacia el suelo y allí estaba, su pierna llena de sangre, mutilada, Paula comenzó a entrar en pánico, la cama blanca comenzaba a ponerse escarlata, -Tranquila niña, está todo en tu mente-, le dijo uno de los hombres en el oído. Sintió un dolor penetrante en su seno izquierdo, ya no estaba, lo tenía un hombre en su boca, mordiéndolo, llenándose de sangre, a Paula no dejaban de penetrarla, su boca, su vagina, su ano, Paula sintió que algo estaba mal, -Esto ya no puede ser mi imaginación-, pensó cuando vio que un hombre alzaba con sus dos manos un cuchillo, se la clavó en el pecho y la seccionó hasta el vientre, vio sus intestinos regados por la cama, vio a los hombres agarrar cuchillos, comenzaron a cortarla, los brazos, la cara, Paula estaba agonizando cuando se le pasó el efecto de la droga, ya no podía gritar, Paula moría mientras los cuatro hombres se penetraban entre ellos, el último pensamiento de Paula fue su sueño, de ser actriz y que los hombres hicieran fila para… para conquistarla ya no.

Liz.

Un pensamiento en “Paula Snuff

  1. gordonesroo dice:

    Fuck! RECINTRAFUCK!!!! qué relato tan bueno!!!!! sexo, drogas, sangre… wow!!!!

    Aqui tienes a un nuevo fan!

    Saludos y gracias por compartirlo!

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